top of page

Unidad 4: España en el siglo XIX

Cien largos años vieron enfrentarse, con las armas en la mano, a los españoles arrancando de la guerra de la independencia      –un conflicto internacional de complejas consecuencias locales–,  pasando por las luchas de emancipación de las colonias y las peleas carlistas, y culminando con la de Cuba, un asunto interno magnificado por el intervencionismo de Estados Unidos.

García de Cortázar, Fernando y González Vesga, José Manuel: Breve historia de España

1) La Guerra de la Independencia y la revolución liberal (1808-1820)

El siglo XIX en España es tremendamente convulso. Hubo de todo: guerras por la independencia, guerras en las colonias, guerras civiles, reyes franceses, españoles e italianos, una república, nueve constituciones... y cerca de 200 golpes de estado. Lo raro para este país es haber salido vivo del siglo.

El 27 de octubre de 1807 se firmó el Tratado de Fontainebleau, por el que Napoleón y Godoy (favorito de Carlos IV y que era quien realmente gobernaba en España) acordaron atacar conjuntamente a Portugal por negarse a aceptar el bloqueo continental contra Inglaterra (esto lo hemos estudiado en unidades anteriores). Godoy estaba especialmente interesado en el tratado, ya que Napoleón le había prometido personalmente una gran región del sur (Algarve), no a España; a él solo.
Napoleón no confiaba en la inestabilidad de la monarquía española, con los famosos complots entre Fernando y su padre el rey Carlos, y decidió invadir España en lugar de colaborar. El resto ya lo sabemos: el Motín de Aranjuez y las Abdicaciones de Bayona dan paso al enfrentamiento armado directo con el famoso levantamiento del 2 de mayo de 1808.
La guerra se extendió por toda España, que tenía como aliados a Inglaterra y Portugal.
En ausencia de gobierno, el pueblo español se gobernaba a través de las Juntas Locales, órganos de gobierno presentes en cada municipio, Juntas Provinciales y la Junta Central Suprema, ubicada en Aranjuez. La guerra de guerrillas se extendió por todo el territorio.

La guerra se desarrolló en tres fases:


   1- Mayo-noviembre de 1808: en junio el ejército francés es derrotado por primera vez en campo abierto en Bailén, provincia de Jaén. Napoleón reagrupa su ejército en Bayona y lo divide en dos: uno para invadir España y otro para Portugal.


   2- 1808-1811: Francia domina la guerra y gana varias batallas. La Junta Suprema tiene que huir de Madrid y se instala en Cádiz.


   3- 1811-1813: España vuelve a tomar la iniciativa y derrota a los franceses en la batalla de Arapiles (1812). Ese mismo año, las Cortes se reúnen en Cádiz y redactan una constitución liberal, se trata de la famosa La Pepa. Napoleón se retira de España para enfrentarse a los rusos.
El 11 de diciembre de 1813, Napoleón firma el Tratado de Valençay, por el que coloca a Fernando VII como Rey de España.

 

Consecuencias de la guerra:
En el ámbito político
, la guerra marca el principio del fin del Antiguo Régimen en España, aunque haría falta otra década para que el Estado liberal se pusiera en marcha. Además, la guerra fue aprovechada por las colonias españolas en América para declarar su independencia, ante la imposibilidad de España de defenderlas.


En los ámbitos humano y económico fue un desastre, ya que murieron 500.000 españoles y faltó mano de obra en los campos y fábricas. La burguesía afrancesada, rica y culta, se refugió en Francia por miedo a represalias.

La guerra de guerrillas. El cura Merino según Pío Baroja

2) El reinado de Fernando VII. La transición al estado liberal

En 1814, Fernando VII regresó a España. En un principio parecía que iba a aceptar la Constitución liberal de Cádiz, pero en cuanto supo que contaba con el apoyo de los sectores más reaccionarios del ejército, la Iglesia católica, la vieja nobleza y los diputados absolutistas (Manifiesto de los Persas), restauró el absolutismo, volvió al Antiguo Régimen y abolió la Constitución de Cádiz. Su reinado se divide en tres fases:


1- El Sexenio Absolutista (1814-1820): el rey apeló a su derecho divino, restableció la inquisición y persiguió a liberales y afrancesados ​​por igual.
Económicamente, el país está atrasado, con una industria casi inexistente y campos no mecanizados. El comercio era muy complejo debido a los diferentes sistemas de pesos y medidas.
En el gobierno se suceden los gabinetes, que el rey nombra y destituye al azar.


2- El Trienio Liberal (1820-1823): Un sector liberal del ejército, encabezado por el coronel Rafael de Riego, se sublevó en defensa de la Constitución de Cádiz. El rey se ve obligado a respetar la Constitución, aunque conspiró contra los liberales desde el primer día. Finalmente, un ejército francés, los Cien Mil Hijos de San Luis, enviado por la Santa Alianza, puso fin al experimento liberal. Es importante señalar que, durante el trienio, hubo una división dentro de los liberales que dará lugar a dos grandes grupos, los moderados y los progresistas.

3- La Década Ominosa (1823-1833): Los problemas económicos de España rodearon al rey y éste comenzó a acercarse tímidamente a los liberales. Los absolutistas ven esto como una traición y se unieron en torno a Don Carlos, el hermano del rey, un recalcitrante partidario del absolutismo.
Fernando VII, ya enfermo, validó la Pragmática Sanción, previendo que podría tener una hija, lo que ocurrió en 1830. La reina María Cristina, absolutista convencida, tuvo que convencer a los liberales para que apoyaran a su hija como futura reina, a cambio de renunciar al absolutismo y conceder parte del gobierno a los liberales. Un sector de la nobleza y el clero también dieron su apoyo a Isabel, sabiendo que los días del Antiguo Régimen estaban contados.
Fernando VII murió en 1833, dejando a España en una situación muy inestable. Los absolutistas se reunieron en torno al infante Carlos, que se proclamó por su cuenta rey como Carlos V de España y declaró la guerra a su sobrina, la nueva reina Isabel II, por considerarla usurpadora.

Fernando VII, retratado por

Francisco de Goya

 El infante Carlos Mª Isidro,   hermano de Fernando VII y   pretendiente al trono de España   con el nombre de Carlos V 

 Textos sobre la época de Fernando VII 

3) Isabel II

La Guerra Carlista (1833-1840) marca su minoría de edad, durante la cual su madre María Cristina será la regente. El carlismo es el último intento del Antiguo Régimen por sobrevivir. 
El carlismo contó con el apoyo de amplios sectores absolutistas tradicionales, especialmente en el medio rural, en la zona del País Vasco, Navarra, Cataluña y el Maestrazgo.
El general liberal Espartero derrotó al carlismo y selló la paz en el Abrazo de Vergara (1839), por el que, pese a la derrota, se permitió a las provincias vasco-navarras mantener sus fueros y a los militares carlistas unirse al ejército de María Cristina.
Durante la guerra había comenzado la 'danza' de las constituciones y pronunciamientos del siglo XIX:

  • 1836: María Cristina promulga el 'Estatuto Real', que en realidad era una 'Carta Otorgada', una pseudoconstitución que ampliaba los poderes reales. Ese mismo año comienza la desamortización del presidente Mendizábal: se trata de expropiar bienes improductivos a la iglesia para ponerlos en subasta y ser adquiridos por propietarios que hagan más productivas esas tierras. Será una medida muy controvertida por la oposición, evidentemente, de la Iglesia y de los sectores más reaccionarios de la sociedad, y porque las tierras las compra la nobleza y no se crea una burguesía rural de propietarios campesinos. Esto significa que la situación cambia muy poco.

      En 1836 se produjo también un pronunciamiento militar liberal (La Sargentada de La Granja de San Ildefonso) cuyo resultado más notable fue la constitución de 1837.

  • 1837: Se promulga una constitución liberal. Reconocía la soberanía nacional, un amplio sufragio censitario, los derechos civiles (prensa, asociación, etc.), el liberalismo económico, los impuestos directos, etc.

A partir de ahora, los liberales van a luchar entre sí. La división entre moderados contra progresistas viene desde el Trienio Liberal, pero ahora se enfrentarán por las armas, y cada 'pronunciamiento' de uno de los dos partidos tendrá un militar al frente. Estos militares golpistas son conocidos como "Los Espadones": Espartero, Narváez, O'Donnell, Serrano y Prim.

Los progresistas permanecerán en el poder desde 1836 hasta 1844.

  • 1840: Espartero está a cargo de la regencia, pero su política autoritaria lo enfrenta incluso a los de su propio partido.

  • 1843: Narváez dirige un 'pronunciamiento' y lleva al poder a los moderados.

  • 1844-1854: Década Moderada. Los moderados tienen un lema, "Libertad con orden", y lo implementan con mano dura y el apoyo de la reina madre. Isabel II había sido proclamada reina en 1843 cuando sólo tenía 13 años.

  • 1845: Constitución moderada, con derechos y libertades limitados, sufragio censitario, confesionalismo y soberanía compartida entre la nación y la reina.

.

La estabilidad del gobierno moderado propició importantes reformas: Ley de Instrucción Pública, fundación de la Guardia Civil, modernización de los impuestos, Canal de Isabel II, etc.

  • Bienio progresista (1854-56). La corrupción en el gobierno y la controvertida camarilla de personas interesadas y monjas milagreras que rodean a la reina eran muy impopulares. En Vicálvaro tuvo lugar un nuevo 'pronunciamiento' encabezado por el general Leopoldo O'Donnell, de la Unión Liberal ('La Vicalvarada'). El presidente será Espartero, aunque ambos colaboran en tareas de gobierno. Se toman algunas medidas progresistas, como la desamortización de Madoz y la ley para construir una red radial de ferrocarriles. La camarilla de la reina influye en ella para que retire todo su apoyo a los progresistas, y los moderados regresan al poder en 1856.

  • Últimos años (1856-1868): los progresistas ven la revolución armada como la única forma de acceder al poder. En 1866, progresistas y demócratas (partidarios de reformas más radicales, de ceder más poder al pueblo) se reunieron en Bélgica. Allí firman el Pacto de Ostende, para "hacer caer a los Borbones" y eligen al general Juan Prim como líder del movimiento revolucionario. En 1868 se produjo la 'Revolución Gloriosa' y el 30 de septiembre de ese mismo año, Isabel II partió hacia Francia, al exilio.

 Fragmento de La de los tristes destinos, de Benito Pérez Galdós 

 Fragmento de Desde el principio hasta el fin, de Pío Baroja 

 Isabel II y la reina madre, María Cristina 

Los Espadones

 Espartero 

 Narváez 

 O'Donnell 

 Serrano 

 Prim 

4) El sexenio democrático

Definitivamente, el Antiguo Régimen desaparece. El gran proyecto de Prim es modernizar y democratizar España, pero no deja de ser un proyecto de la burguesía, que no incluía a las clases populares.
La administración pasa por tres etapas: Gobierno Provisional, Reinado de Amadeo I y Primera República.

 


4.1. El Gobierno Provisional:


Está liderado por Prim, Serrano y Topete.
Hay divisiones dentro de este gobierno: demócratas radicales, demócratas moderados, republicanos, monárquicos, partidarios de los movimientos obreros revolucionarios, etc. lo cual hace más difícil la toma de decisiones.
Sin embargo, en 1869 proclaman una nueva constitución
, cuyos puntos más importantes son:

  • Soberanía nacional.

  • Sufragio universal masculino, por primera vez en España.

  • Libertad religiosa.

  • La monarquía como forma de gobierno.

El Gobierno empezó a buscar un rey para España. Lo intentaron con los Hohenzollern, pero el asunto acabó en guerra entre Prusia y Francia, como ya sabemos. Finalmente, la corona fue ofrecida a Amadeo de Saboya, hijo de Víctor Manuel II, rey de Italia, que reinó como Amadeo I entre 1871 y 1873.

4.2 Amadeo I (1871-1873)

 

La llamada "monarquía democrática" tuvo una vida corta y difícil. Su principal valedor, el general Prim, fue asesinado tres días antes de que el rey llegase a España, procedente de Italia. El carisma de este general fue lo único que mantuvo unidos a progresistas y demócratas, que a partir de ahora separan sus posiciones.
La oposición lo acosó, e incluso sufrió un atentado en el verano de 1872 del que salió ileso.
El 11 de febrero de 1873, casi sin apoyo y viéndose incapaz de remediar la crisis de España, Amadeo I abdicó. Ese mismo día se proclamó la Primera República.

 El gobierno provisional, con Prim, Serrano y   Topete en el centro 

 Amadeo I, rey de España entre 1871 y 1873 

            Todos los que con

   la espada, con la pluma,

con la palabra agravan y

perpetúan los males de la

    Nación son españoles

5) La Primera República (febrero de 1873-diciembre de 1874)

La Primera República atravesó tiempos difíciles: no sólo fueron las desavenencias políticas y el caos institucional, sino también tres guerras simultáneas: la Tercera Guerra Carlista, la Guerra de los Diez Años en Cuba y la Rebelión Cantonal.

El primer presidente fue Estanislao Figueras (febrero-junio 1973), representante de la alta burguesía que no llevó a cabo reformas de fondo, a pesar de que la clase trabajadora las solicitaba.
En el parlamento había muchos diputados federalistas, es decir, querían que las regiones tuvieran más autonomía y libertad. El grupo de Figueras intentó eliminar a los federalistas por la fuerza pero no lo consiguió y tuvo que dimitir.
El siguiente presidente fue Francisco Pi i Margall (junio-julio '73), que quería construir una España federal (con más autonomía para las regiones) e incluso redactó una constitución que nunca vio la luz. El impulso al federalismo dio lugar a una rebelión cantonal en la que varias regiones se proclamaron cantones independientes. El movimiento cantonal fue especialmente fuerte en Cartagena.
Pi i Margall dimitió por no poder controlar la rebelión y fue sustituido por Nicolás Salmerón (julio-septiembre '73), que puso fin al movimiento cantonal, pero dimitió por no querer aplicar la pena de muerte a los dirigentes cantonales.

El último presidente fue Emilio Castelar (septiembre '73 - enero '74), quien gobernó por decreto, despóticamente. El resto de los partidos importantes retiraron su apoyo y los diputados fueron llamados a elegir un nuevo presidente el 3 de enero de 1974.
Durante las elecciones, el ejército, solo y sin ningún respaldo político, dio un golpe de estado para acabar con la República. Fue la primera vez que el ejército depuso a un gobierno propio en la historia de España.
El general Serrano se hizo con el poder hasta que en diciembre de 1974, tras un nuevo pronunciamiento, esta vez del general Martínez Campos en Sagunto, se restableció la monarquía borbónica en la figura de Alfonso XII.

      Senyories, estic

         fins als...

 Estanislao Figueras 

Francisco Pi i Margall 

 Nicolás Salmerón 

 Emilio Castelar 

6) La lenta industrialización y modernización

​​6.1) Transformaciones agrarias.

  • Abolición del sistema feudal: los privilegios de la nobleza, como administrar justicia o recaudar impuestos sobre sus feudos, pasan al Estado.

  • Desamortización: El Estado expropió tierras en desuso a la iglesia y a la nobleza y las puso a subasta, pero fueron las familias ricas quienes las compraron, por lo que no se produjo el movimiento económico esperado. Hubo dos grandes desamortizaciones: la de Mendizábal en 1836 y la de Madoz en 1855.

  • Mecanización de la agricultura y uso de fertilizantes.

6.2) Industrialización

 

La industrialización fue lenta debido a la falta de espíritu emprendedor de la pequeña burguesía española, y a la forma de ser tradicional de la nobleza, siempre mucho más rural. España tampoco tenía la tecnología que tenían otros países europeos.
Aun así,
se produjo una industrialización lenta pero constante, especialmente en el País Vasco, Cataluña y Levante y Madrid. Los principales sectores fueron: la minería, el siderurgia y el sector textil.
A mediados del siglo XIX aparecen los primeros grandes bancos
(Banco de España, Banco de Bilbao, Banco de Santander) y las Bolsas de Madrid y Barcelona.
Con la industrialización aparecieron, como es habitual, los conflictos entre trabajadores y patrones
y los primeros movimientos obreros de carácter ludita, marxista y anarquista.

6.3) Crecimiento demográfico.

La mejora de la nutrición provocó un aumento de la población. Se generalizaron cultivos como el maíz y las patatas.
A finales del siglo XIX se inició el continuo éxodo rural que afecta a España hasta nuestros días: la gente emigra del campo para trabajar y vivir en la ciudad.

bottom of page