Unidad 5: Economía básica
Está claro que esperar que algún día se restaure completamente en Gran Bretaña la libertad de comercio es tan absurdo como esperar que se establezca en ella una Oceana o Utopía. Se oponen a ella de manera irresistible no sólo los prejuicios del público sino los intereses privados de numerosos individuos, lo que resulta algo mucho más difícil de vencer.
Adam Smith: La riqueza de las naciones, 1776
1. El concepto de economía
La economía es la disciplina que estudia la producción y distribución de bienes y servicios necesarios para satisfacer las necesidades humanas. Una actividad económica es aquella en la que se producen, venden o compran bienes o servicios.
Un bien es un producto físico que se produce para que sea disfrutado por el consumidor (bien final) o para fabricar otro producto (bien intermedio). Por ejemplo, una fruta es un bien final cuando se vende para que el consumidor se la coma, pero sería un bien intermedio cuando se vende a una fábrica para hacer mermelada.
Un servicio es una acción que se ofrece para atender una necesidad: un médico realizando una operación, un policía arrestando a un ladrón o un profesor enseñando son ejemplos de servicios.
El proceso económico tiene tres fases principales:
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Producción: es la fabricación del producto.
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Comercialización: es la distribución y venta del producto
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Consumo: es el disfrute del producto por parte del consumidor final.
Por otro lado existe una serie de agentes económicos. Los principales son tres:
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Las personas, que son el destinatario final del producto.
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Las empresas, que fabrican bienes u ofrecen servicios.
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El sector público, que ofrece servicios para todo el mundo. De esta manera se atiende también a quienes no pueden pagar por determinados servicios o, simplemente, prefieren el servicio público al privado. Ejemplos de esto son los colegios e institutos públicos, los hospitales públicos, el transporte público, los servicios de bomberos y de policía, el ejército, el sistema judicial, etc.
Por último, los factores de la economía son:
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Los recursos naturales y materias primas: los recursos naturales pueden ser el agua, minerales (cobre, carbón...), el petróleo, la energía eólica o la solar, etc. Las materiales primas son productos que se obtienen de la naturaleza para fabricar un producto elaborado: madera para muebles, hierro para máquinas, etc.
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Los recursos humanos: es decir, los trabajadores.
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Conocimientos y tecnología.
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Capital: dinero, fábricas, terrenos, maquinaria, acciones, etc.
2. Los sectores de la economía
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Sector primario: comprende todas las actividades que involucran a la agricultura, la ganadería, la pesca, la silvicultura y la minería.
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Sector secundario: comprende la industria y la construcción
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Sector terciario: comprende todos los servicios, es el más amplio con mucha diferencia. Personal de transportes, hospitales, colegios, fuerzas de seguridad, entre muchos otros, pertenecen al sector terciario. También pertenecen a este todos los trabajadores de los ámbitos científico, farmacéutico, computacional, de servicios financieros, etc., si bien, hay quien engloba a estos últimos en un hipotético sector cuaternario.
Actualmente, en los países desarrollados predomina el sector terciario, acompañado de un sector secundario de cierta fortaleza. Las economías que dependen demasiado del sector primario pertenecen al grupo de países subdesarrollados.
Hay dos indicadores importantes para determinar el peso de los sectores en la economía de un país y para determinar el grado de riqueza de sus habitantes, son el PIB y el PIB per cápita.
El PIB (Producto Interior Bruto) es la suma del valor de todos los bienes y servicios que ha producido un país en el espacio de un año.
El PIB per cápita (por cabeza) es la riqueza que cada habitante ha generado de media en un año. Se calcula dividiendo el PIB entre los habitantes de un país.
3. Tendencias de la economía de un país
Las tendencias pueden ser de tres tipos:
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Expansiva: la economía de un país crece, por tanto atrae a los inversores, que, al invertir, generan más trabajo y riqueza.
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Regresiva: la economía de un país decrece. Faltan inversores o estos no se atreven a arriesgar su dinero. Escasea el trabajo y los bienes. Puede producirse inflación.
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Estacionaria: la economía de un país se mantiene igual que en años anteriores. Se considera una tendencia negativa si los países de alrededor sí que crece.
Además, hay indicadores económicos que nos señalan en qué tendencia se halla la economía de un país específico:
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El PIB
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El número de vehículos matriculados
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La tasa de actividad: para calcularla, hay que tener en cuenta que la población en edad de trabajar es la situada entre los 16 y los 64 años. Así, la fórmula es -------->
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La tasa de desempleo: tomando en cuenta lo anterior sobre la población en edad de trabajar, la fórmula es ---------->
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La balanza de pagos o comercial: es la diferencia entre exportaciones e importaciones. En una economía sana se exporta más de lo que se importa.
4. Los sistemas económicos.
Aunque ha habido muchos sistemas distintos y muchos países que han intentado innovar en su organización económica buscando mejorar la vida de la población, todos pertenecen a uno de estos tres grupos:
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Sistema comunista o de economía planificada: poco presente en el mundo actual, es el que tuvo la URSS y otros países de su órbita, como Rumanía, RDA o Hungría. También China tiene un "socialismo con características chinas" en la línea marxista. El estado se apropiaba de todos los medios de producción: las tierras agrícolas, el ganado, las fábricas, las máquinas, etc. y la población trabajaba para ese estado. La producción trataba de repartirse equitativamente entre los ciudadanos. Sus ventajas son obvias: no había explotadores ni explotados, tampoco paro, puesto que el estado daba trabajo a todo el mundo; ni pobreza, porque las necesidades básicas estaban cubiertas por ese estado omnímodo. Pero las desventajas también son patentes: nadie tiene permitido montar su empresa libremente, porque todo está supeditado al estado; y la falta de competitividad propiciaba, a veces, que se ralentizara el progreso tecnológico. Además, aunque el modelo propugna una sociedad en la que no existen clases sociales, los gobiernos acumulaban todo el poder. No existiría, porque no haría falta, la publicidad ni la bolsa de valores.
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Sistema capitalista o de libre mercado: en su forma original, tampoco está casi presente en el mundo actual. Supone que las leyes de la oferta y la demanda son naturales y perfectas, de manera que el gobierno no debe interferir en la economía, pues esta se regularía sola. Cualquier persona tendría libertad para fundar empresas sin que el estado interfiera, y su éxito dependería de si el producto se vende bien o no (oferta y demanda), o para invertir en bolsa si quisiera. Los bienes serían de propiedad privada, pues cada persona debe progresar por sí misma, y cada empresa, competir por clientes con el resto. Las supuestas ventajas se resumen en que el estado no controla la economía y habría más libertad individual para comprar, vender, invertir o ahorrar. Como el estado no tiene tantas competencias, sería más pequeño y fácil de mantener, por lo que los impuestos serían más bajos. En principio, las funciones del estado serían proteger la propiedad privada y facilitar el tránsito de bienes y capitales. Por eso, el capital público se centra en mantener cuerpos de seguridad y ejército y vías de comunicación ágiles y eficaces. En cuanto a sus desventajas, el capitalismo, mientras promete prosperidad, engendra más desigualdad que otros sistemas, pues la clase dominante ejerce su poder de sumisión sobre las clases trabajadoras, que no pueden acceder a los mismos bienes ni servicios que las clases altas. Además, el capital tiende a concentrarse en pocas manos y, de esa manera, se dan monopolios que resultan contrarios al libre mercado.
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Sistemas mixtos: Es el que tienen la mayoría de países del mundo. Existe libre mercado, es decir, cualquiera puede formar una empresa, pero el estado interviene para que toda la población pueda acceder a unos servicios mínimos que le aseguren una vida decente. En estos sistemas mixtos existe un sector público con cierta fuerza que ofrece educación, sanidad, seguridad, transporte públicos a toda la población. Este sector público se financiaría con impuestos que pagan todos los ciudadanos.
5. La globalización
La globalización económica es un proceso complejo que implica la creciente integración de las economías nacionales en un mercado mundial único. Se caracteriza por la interconexión e interdependencia de las actividades económicas, financieras, comerciales y culturales a nivel global. Algunos aspectos clave de la globalización económica incluyen:
1. Libre comercio: La reducción o eliminación de barreras arancelarias y no arancelarias entre países, facilita el intercambio de bienes y servicios a nivel internacional. Se fomenta el empleo de monedas comunes, como el euro. Las empresas que tienen presencia en varios países se denominan multinacionales y son las grandes beneficiadas de la globalización.
2. Flujo de capitales: Mayor movilidad de inversiones financieras a través de las fronteras, incluyendo inversión extranjera directa, cartera de inversión y préstamos internacionales.
3. Avances tecnológicos: El desarrollo y la difusión de tecnologías de la información y comunicación han permitido una mayor conectividad y comunicación entre personas y empresas en todo el mundo, facilitando el comercio y la colaboración a distancia.
4. Deslocalización industrial de la producción: Las empresas tienden a buscar costos más bajos de producción y mano de obra en diferentes países, lo que ha llevado a la deslocalización de la producción a regiones con costos más bajos.
5. Homogeneización cultural: La difusión de productos culturales, medios de comunicación y estilos de vida a nivel mundial, lo que a veces puede llevar a una homogeneización cultural o a la aparición de una cultura global.
6. Interdependencia económica: Las economías nacionales están cada vez más interconectadas, lo que significa que los eventos económicos en un país pueden tener repercusiones significativas en otros países.
La globalización económica ha generado tanto oportunidades como desafíos. Ha facilitado el crecimiento económico, la creación de empleo, el acceso a una mayor variedad de bienes y servicios, y la transferencia de conocimientos y tecnología. Sin embargo, también ha contribuido a la desigualdad económica, la pérdida de empleos en ciertos sectores, la explotación laboral y la degradación ambiental, entre otros problemas.
6. El trabajo en la actualidad y la sostenibilidad económica
6.1 El impacto de la globalización
Si bien la globalización permite el acceso, a quien se lo pueda permitir, a multitud de bienes y servicios rápidamente y por todo el mundo, y a trabajos, presenciales o a distancia, en cualquier lugar, también ha traído una gran inestabilidad a las economías de cada país, pues un problema económico en un país puede afectar a muchos otros, y a las economías familiares, pues la estabilidad del puesto de trabajo es casi una quimera. Además, el desarrollo tecnológico es inmenso, pero esto recorta puestos de trabajo (recordemos la Revolución Industrial). Para adaptarse a una demanda tan cambiante, en muchos oficios se exige "flexibilidad laboral", lo que en realidad se traduce en trabajar más tiempo, o estar disponible durante festivos y vacaciones por si "fuera necesario para la compañía", o estar dispuesto a trabajar subcontratado o a cobrar "por obra", con toda la inestabilidad personal y familiar que esto acarrea, ya que impide la conciliación familiar y la planificación de la vida de las personas, pues dependen de las decisiones de sus contratadores casi 24/7.
Por otro lado, la conflictividad laboral da lugar a la aparición de sindicatos, como ya vimos en el tema de la Revolución Industrial, para canalizar el malestar de los trabajadores y buscar soluciones. Para evitar la explotación laboral, casi todos los gobiernos del mundo han fijado un salario mínimo interprofesional (SMI).
6.2 La sostenibilidad económica
Nuestro sistema económico, aunque parezca que se mantiene en el tiempo, no es sempiterno, porque las materias primas a partir de las que se elaboran los productos no durarán para siempre.
Por tanto, la sostenibilidad consiste en hacer un uso responsable de los recursos que tenemos, de manera que no se comprometa el bienestar de las generaciones futuras. Es nuestro deber como ciudadanos hacernos responsable de nuestras acciones tanto en el ámbito social como en el ecológico.
En 2003, la ONU puso en marcha el Pacto Mundial para la sostenibilidad empresarial, que tiene diez puntos:
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Las empresas deben apoyar y respetar los derechos humanos.
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Las empresas deben asegurarse de que sus empresas no son cómplices en la vulneración de los Derechos Humanos.
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Las empresas deben apoyar la libertad de afiliación a sindicatos y el reconocimiento efectivo del derecho a la negociación colectiva.
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Las empresas deben apoyar la eliminación de toda forma de trabajo forzoso o realizado bajo coacción.
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Las empresas deben apoyar la erradicación del trabajo infantil.
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Las empresas deben apoyar la abolición de las prácticas de discriminación en el empleo y la ocupación.
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Las empresas deberán prevenir el daño al medioambiente.
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Las empresas deben fomentar las iniciativas que promuevan una mayor responsabilidad ambiental.
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Las empresas deben favorecer el desarrollo y la difusión de las tecnologías respetuosas con el medioambiente.
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Las empresas deben trabajar contra la corrupción en todas sus formas, incluidas extorsión y soborno.
Estos puntos tienen mucho que ver con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.