Unidad 1: Prehistoria
Lo más importante que hay que saber acerca de los humanos prehistóricos es que eran animales insignificantes que no ejercían más impacto sobre su ambiente que los gorilas, las luciérnagas o las medusas.
Yuval Noah Harari: Sapiens. De animales a dioses ( (2011)
1. Periodos de la Historia
Si hemos prestado atención al índice, podemos comprobar que la Edad Antigua comienza antes de que acabe la Prehistoria, ¿Cómo puede ser? La explicación es sencilla: consideramos que la historia comienza con la aparición de la escritura (3500 a.C.), hecho que ocurrió en unos lugares antes que en otros, por tanto, algunos pueblos dieron el salto a la Historia mientras otros aún estaban en la Prehistoria.
También hay que tener en cuenta que estas cronologías son muy generales, lo iremos viendo según sepamos más historia
3. Origen y evolución del ser humano
En el siglo XIX, el biólogo británico Charles Darwin enunció su teoría de la evolución de las especies, según la cual las especies que mejor se adaptan a los cambios en el medio tienen más posibilidades de sobrevivir.
Esta teoría fue revisada y ampliada por multitud de científicos y hoy es comúnmente aceptado que los primeros homínidos aparecieron en la Tierra hace 4,4 millones de años (Australopithecus) , que hubo muchas ramificaciones de estos homínidos y que nosotros descendemos de una de estas ramificaciones. Es decir, al igual que, por ejemplo, hay muchas especies de escarabajo, hubo muchas especies de humanos, pero solo ha quedado una: la nuestra, la del homo sapiens.
Contrariamente a lo que algunos piensan, Darwin jamás dijo que el hombre descendiese del mono, sino que compartimos un ancestro común con algunos primates como el gorila y el chimpancé. El tiempo (y la ciencia) le dio la razón.
Las características generales de los homínidos son:
- Son bípedos. Esto permite ver más lejos y que las manos estén libres para realizar muchas tareas.
- Tienen pulgares oponibles. Esto les permite sostener y manipular objetos con precisión y fabricar herramientas.
- Tienen un cerebro más grande que otros animales. Esto les permite pensar, hablar y formar sociedades complejas.
-Los homínidos más antiguos provienen de África.
4. El Paleolítico (4,4 millones de años - 10.000 años a. C.)
4.1) La vida cotidiana del cazador-recolector.
Los primeros humanos vivieron en África, dentro de la zona cálida del mundo. Un buen día, un Australopiteco anamensis tuvo la idea de encaramarse sobre sus dos patas traseras y comprobó que podía ver mucho más lejos que caminando a cuatro patas. Podía divisar tanto alimentos como enemigos que estuvieran alejados, con lo que decidió practicar esta nueva habilidad y el resto es historia: nosotros somos los últimos primates, por ahora, que caminan erguidos.
En África Central cazaban animales y recolectaban frutos de árboles y plantas (de ahí el término cazador-recolector), aunque aún no sabían cultivar la tierra. Una serie de cambios climáticos provocaron que el ser humano se extendiera a otras latitudes, llegando a Europa y Asia y evolucionando hacia otras especies de homínidos.
De los animales que cazaban (mamuts, ciervos, bisontes…) obtenían alimento, pieles para vestir y huesos para fabricar armas y otras herramientas.
Estos humanos eran nómadas, porque, como hemos dicho, no sabían cultivar la tierra y debían desplazarse donde había caza y el clima resultaba más benévolo. En verano acampaban al aire libre cerca de un río, mientras que en invierno buscaban refugio en cuevas naturales. En estas cuevas se han encontrado restos humanos y utensilios, así como las primeras manifestaciones de arte rupestre.
Cuando acaba el Paleolítico, de todas las especies de homínidos que hubo en la Tierra
4.2) Avances y herramientas.
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Herramientas de piedra: Se elaboran tallando la piedra con otras piedras u objetos de madera para darle la forma deseada. Hicieron lanzas, flechas, raspadores, cuchillos, arpones, agujas, etc. Especialmente importante es el bifaz: una punta de doble cara con diferentes usos: cortar, rasgar, etc. El bifaz se fabricaba a partir de piedra de sílex, un mineral extremadamente duro y cortante.
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El descubrimiento del fuego: no se sabe con exactitud, pero parece que hace 1,5 millones de años el hombre logró controlar el fuego. Esto les permitió calentarse, cocinar, asustar animales y enemigos, secar la piel de los animales, reunirse alrededor del fuego para tomar decisiones o socializar.
4.3) Arte paleolítico
Quizás el nombre 'Gráficos paleolíticos' encaje mejor que el de 'arte', ya que, según los expertos en arqueología, estas obras nos dan cuenta, sobre todo, de un lenguaje tácito. Este arte se desarrolló principalmente a finales del Paleolítico, desde hace unos 40.000 años. El significado de este diseño gráfico sigue siendo un misterio y todas las explicaciones son pura especulación. Por ejemplo, no es cierto que el hombre paleolítico pintara siempre lo que cazaba, así que, ¿para qué pintaba ciertos animales? Otros arqueólogos hablan de un lenguaje espiritual, o de la invocación a las fuerzas de la naturaleza para conseguir sus favores, pero ¿qué certeza tenemos sobre esto? Ninguna.
Hay dos formas fundamentales de gráficos paleolíticos: el arte portátil y el arte rupestre.
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Arte portátil: Consiste en objetos que se pueden mover. Estaban hechos de piedra, hueso, marfil y otros materiales. Un buen ejemplo son las Venus (Willendorf, Laussel, Lespugue...), que algunos arqueólogos consideraban diosas de la fertilidad. Hoy se discute esa interpretación.
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Pintura rupestre: Se encuentra en el interior de las cuevas y también en el exterior, aunque este último ha sufrido con mayor intensidad el efecto de la erosión. Se piensa que tuvo que ver más con lo cotidiano que con lo mágico o sagrado, dada la alta frecuencia de las representaciones. Se han encontrado escenas de animales, caza, guerra, danzas y rituales. Muchos de ellos, pero no sólo, en la zona del Cantábrico y en el sur de Francia.
Un bifaz paleolítico
5. Neolítico (10 000 - 4500 aC)
Hacia el año 10.000 a.C., cuando ya solo quedaba el Homo Sapiens como representante de los homínidos, se inició un cambio climático que produjo un aumento de las temperaturas y un descenso de las precipitaciones. La caza, la pesca y la recolección, que hasta entonces habían sido abundantes, dejaron de serlo. El hombre tuvo que aprender a cultivar la tierra y a domesticar animales. Se volvió agricultor y sedentario, abandonando paulatinamente el nomadismo. La revolución neolítica había comenzado.
Por supuesto, esto no se dio en todo el mundo a la vez, este paso al Neolítico se originó en una zona situada entre Asia y África conocida como Creciente Fértil. Esta zona también se conoce como 'Luna Creciente Fértil' o 'La Cuna de la Civilización'.
5.1 Sociedad, creencias, arte.
Sociedad: La gente del Neolítico, al cultivar sus propias tierras y ganado, debía quedarse a vivir donde tenían sus granjas, por lo que acabaron construyendo los primeros pueblos.
El estilo de vida sedentario y la producción de alimentos condujeron al crecimiento de la población y a la división del trabajo. Las familias más ricas y poderosas se convirtieron en líderes, administradores de recursos y sacerdotes.
Creencias: No sabemos casi nada con certeza sobre las religiones del Neolítico. Presuntamente adoraban a las fuerzas de la naturaleza que les ayudaban a conseguir alimento, como el sol, la lluvia, la tierra, etc. Las famosas Venus fueron consideradas 'diosas madres', que representaban o favorecían la fertilidad, durante mucho tiempo. Sin embargo, hoy tenemos que admitir que no sabemos realmente qué querían decir.
Arte: Aparte de las Venus, que ya existían en el Paleolítico, durante el Neolítico lo más destacado es la cerámica. Es normal, pues estas gentes sedentarias necesitaban almacenar sus abundantes alimentos en sus casas. La cerámica fue ampliamente practicada y decorada de diferentes formas. Un tipo muy conocido es la cerámica cardial.
En arquitectura, impresionan sus monumentos megalíticos (quiere decir grandes piedras), como como los dólmenes funerarios, los menhires o los cromlech.
6. Edad de los Metales: Cobre, Bronce, Hierro (4500-500 a.C.)
La edad de los metales comienza a mediados del quinto milenio a.C. (4500 a.C.). Fue un paso adelante de las sociedades neolíticas, porque comenzaron a utilizar metales para fabricar todo tipo de instrumentos.
Aunque se han hallado artilugios de cobre que datan del VII milenio a.C. en Turquía o Irán, su uso no se generalizó hasta el V milenio a.C. La posesión de estos artefactos de metal era un símbolo de prestigio, y por eso se han encontrado frecuentemente en tumbas de jefes o sacerdotes.
Los metales comenzaron a utilizarse en la zona del Creciente Fértil, mismo lugar donde tuvo lugar la Revolución Neolítica. Desde allí se extendieron a diversas zonas de Europa, África y Asia.
Uno de estos pueblos mesopotámicos de lo que había sido el Creciente Fértil, los sumerios, desarrolló la escritura alrededor del 3000 a.C. Fueron los primeros en salir de la prehistoria para entrar en la historia, pero esto no ocurrió al mismo tiempo en todas partes.
6.1) Edad del Cobre: Alrededor del 4500 a. C., la gente comenzó a trabajar el cobre, un metal lo suficientemente blando como para trabajarlo incluso en estado frío. Sin embargo, la mayoría de las veces, el cobre se trabajaba al fuego, para poder darle la forma deseada. Al ser un metal demasiado blando, se utilizaba principalmente para fabricar adornos o artículos para el hogar, como platos o jarras.
6.2) Edad del Bronce: Alrededor del 2200 a. C., la gente descubrió el bronce mezclando cobre y estaño. Este nuevo metal era más resistente y permitía fabricar aperos de labranza, armas y artículos domésticos.
Como resultado, aumentó la producción de alimentos, creció la población y aparecieron las primeras ciudades. Entre estas primeras grandes civilizaciones encontramos a los sumerios, que estaban muy avanzados y comenzaron a utilizar la escritura, siendo los primeros en pasar de la prehistoria a la historia. Esta escritura se llama escritura cuneiforme porque los caracteres tienen forma de cuña y para escribir se utilizaban estiletes sobre tablas de arcilla. La escritura cuneiforme duró hasta el siglo I d.C.
6.3) Edad del Hierro: Alrededor del año 1500 a.C. se descubrió hierro en la zona del Cáucaso. Era un mineral duro y abundante, que proporcionó materia prima para nuevos inventos: armas (espadas, lanzas, puñales), arados, hoces, la rueda... Los pueblos que dominaban la metalurgia alcanzaron la superioridad sobre los demás y los controlaron. También empezaron a comerciar con metales y a navegar. Las primeras civilizaciones, tal como las conocemos hoy, finalmente habían llegado.
6.4) Arte en la Edad de los Metales: el arte de este periodo tiene mucha relación con el hecho de que nos encontramos con sociedades cada vez más asentadas en su territorio, pero que también reciben influencia de los pueblos vecinos, con quien tienen relaciones diversas: ora luchan, ora comercian, ora se ignoran, ora se mezclan.
La gente de la época, que tiene sus necesidades básicas más o menos cubiertas, quiere que su entorno sea más agradable y comienza a decorar los objetos de uso cotidiano o de uso ritual. Son frecuentes los objetos oculados, que parecen representar el sol y su fuerza vital.
Los materiales utilizados son cerámica, piedra o metal.
Por otro lado, es importante señalar que las construcciones megalíticas siguen produciéndose.
7. Prehistoria en España
La Prehistoria en España está marcada por los hallazgos de la Sierra de Atapuerca (Burgos) donde se han encontrado los restos humanos más antiguos de Europa: una mandíbula humana de más de un millón de años, y los restos mejor conservados y célebres: el Homo Antecessor, de más de 800 000 años, un cazador-recolector antropófago que recorría aquellos páramos ignorante de la fama que le esperaba casi un millón de años después.
El 'Hombre de Orce' (un millón y medio de años), encontrado en un pueblo de Granada, no lo tendremos en cuenta, ya que no se sabe si el hueso posterior de la cabeza, que es lo único que queda, pertenece a un humano o un équido.
7.1 Paleolítico
Como ya se ha dicho, tenemos noticias de presencia humana en la Península desde hace un millón de años. Hubo Homo Antecessor, Heidelbergensis, Neanderthalensis y Sapiens, que sepamos hasta la fecha. Eran cazadores-recolectores y nos han dejado maravillosas muestras de pintura rupestre en la Cordillera Cantábrica y en Levante.
Cordillera Cantábrica: Las representaciones son realistas. Hay importantes ejemplos en las cuevas de Tito-Bustillo (Asturias), Ekain (Guipúzcoa) y, especialmente, en Altamira (Cantabria), con escenas de un realismo espectacular.
Levante: la pintura es más esquemática según se va acercando el Neolítico y las figuras se representan en siluetas. Buenos ejemplos son la 'Mujer cogiendo miel' de la Cueva de la Araña en Valencia, o la 'Escena de caza' de la Cueva de los Caballos en Castellón.
7.2 Neolítico
La revolución neolítica llega a la Península Ibérica hacia el 6000 a.C., y con ella, los primeros asentamientos. El legado neolítico se nos presenta en forma de monumentos megalíticos funerarios, como el Dolmen de Menga, en Antequera (Málaga) o los Tholos del Romeral, de planta circular, también en Antequera. Los cadáveres solían ser enterrados en posición fetal, y solían ir acompañados de un ajuar de objetos relacionados con el difunto, especialmente si pertenecían a familias poderosas.
También hay que destacar las cerámicas cardial y de decoración incisa, como las encontradas en las cuevas de Levante.
7.3 Edad de los Metales: Cobre, Bronce, Hierro (2500-100 a.C.)
-Edad del Cobre (2500-1000 aC): Aparecen sociedades organizadas, con jerarquías, división del trabajo y habitando ciudades fortificadas. Son pueblos que viven de la agricultura y la ganadería y defienden sus recursos de posibles invasores con murallas. Un magnífico ejemplo son los poblados de la cultura de Los Millares, en Almería. En la prehistoria llamamos 'cultura' a las sociedades que agrupan una determinada extensión geográfica y que tienen características comunes. Aparte de los típicos utensilios y armas de cobre, la cerámica campaniforme es muy característica de la Península Ibérica, y se utilizaba en reuniones y rituales, seguramente para beber licores, y desde aquí se extendió por el resto de Europa.
-Edad del Bronce (2250-700 a.C.): La edad del bronce convivió con la del cobre durante mucho tiempo. No hay que olvidar que el bronce es una aleación de cobre y estaño. Las sociedades forman aldeas en las laderas de las montañas, donde tienen acceso a recursos mineros y la posición elevada sirve para vigilar los alrededores en busca de enemigos. Una de las cultuas más importantes fue El Argar, en el sureste peninsular, que desarrolló una lujosa cerámica bruñida. Otra cultura relevante fue la de Motilla de Azuar, en La Mancha, donde sus habitantes construyeron una impresionante fortaleza para almacenar y defender su agua y alimentos durante una larga sequía.
Durante la tardía Edad del Bronce (1250-700 a.C.) aparecieron en las Islas Baleares construcciones megalíticas como los talaiots (torres de vigilancia), las navetas (tumbas colectivas) o las taulas, de finalidad desconocida.
En la zona de Cataluña, originaria de Europa Central, existen enterramientos en urnas (cultura Urnfield). Esta es una señal de la llegada de los pueblos celtas a la península.
-Edad del Hierro (800 - 218 a. C., conquista romana): Como siempre, es imposible decir con seguridad cuándo comienza y termina un período histórico. La Edad del Hierro se superpone con el final de la Edad del Bronce. Durante esta época llegan a España pueblos muy diversas. Algunos de ellos son indoeuropeos, que entraron por los Pirineos y se agrupan bajo el nombre genérico (y poco riguroso) de celtas.
Los celtas habitaron toda la Península excepto la zona levantina y el Mediterráneo meridional. Eran pueblos guerreros sin lenguaje escrito, desarrollaron la cultura de los Verracos: corpulentos toros o cerdos hechos de granito. Existen numerosos ejemplos a lo largo de la Meseta Central, quizás los más famosos sean los Toros de Guisando, en El Tiemblo, Ávila.
Otro pueblo que habitó la península fueron los íberos, que se asentaron en Levante y entraron en contacto con pueblos griegos. Su origen no está claro, pero llegaron hacia el siglo VIII a.C. Tenían lenguaje escrito, aunque permanece sin descifrar.
Asimismo, hacia el 800 a.C., llegaron a la Península los fenicios, un pueblo muy próspero de Oriente Medio que fundó colonias comerciales como Gadir (hoy Cádiz), Sexi (Almuñecar) o Malaka (Málaga).
Otros pueblos que llegaron a la Península Ibérica fueron los Foceos, de Grecia. Llegaron hacia el 570 a. C., cuando comenzó la decadencia fenicia, y su finalidad también fue comercial. Fundaron ciudades como Emporion o Rosas (Gerona).
Cartago fue una colonia fenicia norteafricana que terminó independizándose y formando un potente imperio. Entraron en Ibiza hacia el siglo VI a.C. y de ahí, a la Península. Los cartagineses fueron derrotados, entre el 219 y el 202 a.C., por los romanos en las llamadas Guerras Púnicas. Entonces comenzó la conquista romana de la Península.
Por último, hay que mencionar a Tartessos, un pueblo del que sabemos muy poco, ni siquiera si su origen es autóctono u oriental, y que ha sido protagonista de muchas leyendas e historias misteriosas. Vivían en el suroeste de la Península y explotaban sus minas. Algunos tesoros de oro, como el de Carambolo, podrían ser de origen tartésico, aunque no es seguro.